Hace unas décadas, la Historia de América constituyó en nuestro país un área propia. Surgió así una especialidad que, a diferencia de las otras áreas historiográficas (como la Historia Moderna o la Contemporánea), no se ocupa de un período cronológico determinado, sino que tiene como objeto analizar de forma diacrónica la historia del continente americano. Dicha anomalía respondió más a intereses particulares que a la conveniencia científica. No obstante, se explicaba también por el carácter radicalmente eurocentrista de la historiografía convencional, poco dispuesta, en consecuencia, al estudio de otros ámbitos geográficos.
Los efectos nocivos de bastantes años de separación son evidentes, hasta el punto de que muchos modernistas y contemporaneístas desconocen las realidades del otro lado del Atlántico. Y al revés, muchos americanistas conocen mal la historiografía sobre España y Europa.
La visión de la Monarquía como un conjunto único es uno de los méritos evidentes del libro de Pérez Herrero, que se plantea problemas habituales para los modernistas no americanistas, como el poder, la Corte o el Estado, y aplica al mundo americano ideas habituales para los estudiosos “europeos” de la Monarquía. érez Herrero establece una periodización particular: los primeros experimentos antillanos (1492-1520), la sociedad de los conquistadores (1521-1555), la época de los Austrias mayores (1556-1630), la de los Austrias menores (1631-1700), y el primer reformismo Borbónico (1701-1763). En todas estas fases, el poder y el gobierno de las Indias fueron el resultado de la interacción de tres elementos: la corona, los conquistadores -y más adelante los grupos de poder locales- y la Iglesia. Un sistema que implicaba determinados equilibrios, que fueron alterados en el XVIII por la acción del poder real, abriendo paso al independentismo.
Los Amerindios.
Los indígenas americanos, también llamados indios, amerindios, nativos americanos o indoamericanos, son los pobladores originarios de América y sus descendientes que mantienen su cultura y se reconocen como tales.nota 1 Algunos autores excluyen de entre los amerindios a los esquimales y a veces también a los pueblos de lenguas na-dené, ya que de acuerdo con la hipótesis amerindia su origen etnolingüístico y llegada a América fue posterior.
Los viajes de Cristóbal Colón en 1492 buscaban alcanzar una ruta hacia el Asia que permitiese evitar el paso por el Mediterráneo Oriental, bloqueado entonces por los turcos.
Según la teoría más conocida y aceptada sobre la llegada del hombre a América, los indígenas americanos descienden de grupos de cazadores recolectores de origen siberiano que migraron a América por el estrecho de Bering durante la última glaciación Würm. Pero ciertos descubrimientos controvertidos recientes, como Pedra Furada, en Brasil, y Monte Verde, en Chile, parecen contradecir esta teoría, indicando una posible colonización anterior a la siberiana. Como en el resto del mundo, excepto África, la colonización humana de estas tierras vino acompañada de la práctica extinción de toda la megafauna local, exceptuando algunos bóvidos, como el bisonte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario