martes, 2 de diciembre de 2014

Navegación Oceánica.

LA NAVEGACIÓN OCEÁNICA.

El avance más importante y relevante para la navegación es sin lugar a dudas la invención del GPS. Hace sólo un par de décadas era necesario recurrir al sextante para sacar la posición, lo cuál debemos recordar, era imposible con el cielo cubierto o excesiva nubosidad. Es cierto que existían otros sistemas conocidos como el Loran, o el Omega, que triangulaban la posición del barco mediante señales de radio. Estos sistemas eran
muy caros y funcionaban de forma bastante inexacta e imprecisa. Recuerdo haber manejado un Loran C hace una veintena de años y dejar de utilizarlo pues según el aparejo nos encontrábamos a medianoche ¡justo en mitad de la isla de Mallorca!
En los últimos años todo ha cambiado una barbaridad. Al pulsar un botón sabemos de forma casi instantánea y con exactitud de pocos metros, nuestra situación exacta. Y esto en todo momento, día y noche y con independencia de si hace sol o estamos en mitad de una tormenta. Conoceremos nuestro rumbo, nuestra velocidad, la distancia recorrida, las millas que faltan a nuestro destino y hasta las corrientes gracias al cálculo diferencial entre los datos del GPS y los datos de la corredera. Y todo ello mostrado en una pantalla en la que aparece la cartografía con batimetrías y la ruta trazada.

La navegación oceánica a vela, es quizás para este tipo de deportistas, la meca de su estilo de navegación. Llegar a surcar el mar, navegarlo aún a distancia prudencial de la costa ó internarse millas adentro, representa para estos navegantes, un sueño a cumplir. Quienes como yo, hemos tenido y tenemos la oportunidad de hacerlo y surcar nuestro Mar Argentino, el placer que genera, esa mezcla de pánico, descontrol y belleza que se manifiestan cuando el velero surca las olas, es indescriptible.






No hay comentarios:

Publicar un comentario